Redacción Actualidad Digital.Mx
Durante la ceremonia del 107 aniversario de la Promulgación de la Constitución, en el Teatro de la República, en Querétaro, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Alberto Pérez Dayán, se pronunció "por alejar al Poder Judicial de la política". Tal pronunciamiento se produce, en clara alusión al Ejecutivo, quien busca reformar al Poder Judicial, el ministro, en representación de la ministra presidenta Norma Lucía Piña, dijo “que los administradores de justicia no deben representar la opinión pública”. Por ello también se pronunció, “porque éstos no sean electos vía voto popular”, tal y como lo pretende Andrés Manuel López Obrador, presidente mexicano. “El magistrado, no es igual al diputado o al senador: el magistrado es radicalmente distinto; él no va en el ejercicio de sus funciones a representar a la opinión pública; no va a representar a nadie; no lleva el criterio del elector, lleva el suyo propio; simplemente se le nombra. Es una persona en la cual se cree que se reúnen ciertos requisitos indispensables para llenar una función social”, señaló de manera clara, el mismo. Al enfatizar la independencia que debe de prevalecer en las decisiones de los juzgadores, enfatizó “que éstas no deben de ser posturas que apruebe o no el electorado”. Su labor es diferente al representante político, puntualizó. “Él juez tiene que obrar en su función precisa, obrar quizá hasta contra la opinión de los electores. La esencia misma de la magistratura es muy distinta de la función social que ejerce el representante político. Hay que alejar al Poder Judicial de la política y no arrojarlo al fondo de ella, para que no resulte un juego de las pasiones”, dijo el ministro. De igual manera, Pérez Dayan añadió en el evento, en el que no acudió ni la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, ni el titular del Ejecutivo, quien según el mismo su ausencia se justificaba ya que daría a conocer sus 16 iniciativas de reforma a la Constitución. S e debe de señalar, que AMLO, lo hace a sabiendas de que ninguna de las mismas será aprobada, toda vez que son distractores para usar en la campaña política en la que está inmersa México. Pérez Dayán dejó muy en claro, que es la Constitución, la que dio a la SCJN la facultad para invalidar leyes, “independientemente de la fuente de la que provenga, electa o no electa”. Señaló que precisamente la Carta Magna, es la que da atributos al máximo tribunal para invalidar leyes. El ministro recordó las palabras de Paulino Machorro y Narváez, diputado del Congreso Constituyente, quien afirmó que: “el magistrado no es igual al diputado o al senador: el magistrado es radicalmente distinto; él no va en el ejercicio de sus funciones a representar a la opinión pública; no va a representar a nadie; no lleva el criterio del elector, sino que lleva el suyo propio; simplemente se le nombra como persona en la cual se cree que se reúnen ciertos requisitos indispensables para llenar una función social; él tiene que obrar en su función precisa, obrar quizá hasta contra la opinión de los electores. La esencia misma de la magistratura es muy distinta de la función social que ejerce el representante político. Hay que alejar al Poder Judicial de la política y no arrojarlo al fondo de ella, para que no resulte un juego de las pasiones”. Para el también presidente de la Segunda Sala de la Corte, en el ámbito de la Judicatura, la Constitución Federal preserva la esencia del Decreto Constitucional de Apatzingán de 1814, que definió a la ley como la expresión de la voluntad general, en orden a la felicidad común y que, destacadamente, contenía preceptos que enaltecían la responsabilidad de la función judicial, al disponer que los integrantes del Supremo Tribunal requerían de “buena reputación, patriotismo acreditado con servicios positivo y luces no vulgares para desempeñar las augustas funciones de este empleo”, concluyó señalando el ministro Pérez Dayan.