Redacción Actualidad Digital.Mx
Arturo Zaldívar en carta enviada al presidente de la República, presenta su renuncia al puesto de ministro de la Suprema Corte. “Mi ciclo en la Corte ha terminado. Durante estos 14 años impulsé los criterios más vanguardistas que constituyeron el nuevo paradigma constitucional en la defensa de los derechos humanos de todas las personas. Toca ahora seguir sirviendo a mi país en la consolidación de la transformación de un México más justo e igualitario, en el que sean prioridad quienes menos tienen y más lo necesitan”.
La candidata de Morena a la
presidencia, Claudia Shienbaum, ha señalado que el ministro será parte de su
equipo de trabajo.
Zaldívar, que hace apenas unos meses dejó la presidencia en la Suprema Corte y
fue sustituido en votación por Norma Piña, es cercano al presidente Andrés
Manuel López Obrador, y a él le informa de que las aportaciones que puede
realizar por el bien del país y de los más vulnerables desde su puesto de
ministro “se han vuelto marginales”.
Esa es la razón, por la que pide al presidente que turne al Senado su renuncia para su aprobación. “Estimo que es de la mayor importancia sumarme a la consolidación de la transformación en México desde los espacios que me brinden la oportunidad de tener incidencia en la construcción de un país más justo e igualitario”.
La frase parece indicar
sin subterfugio que quiere participar desde algún puesto de gobierno, esto en
caso de que el partido en el poder, su candidata gane las elecciones, aunque
está legalmente impedido de hacerlo, ya que, de acuerdo con la ley, han de pasar
dos años desde que termine su anterior cargo, para poder de nuevo ejercer un
cargo público.
En México, los ministros tienen una duración en sus funciones de 15 años, por
lo que a Zaldívar le faltaba uno para cumplir el plazo establecido. Al
renunciar a él, permitirá al presidente que designe a otro magistrado, y no es
el primero que le toca sustituir a esta Administración. Bajo su sexenio se ha
nombrado a Loretta Ortiz, Margarita Ríos Fajat, Yasmín Esquivel y Juan Luis
González Alcántara.
Hay que recordar que Zaldívar
llegó a la Corte hace 14 años, bajo el mandato del expresidente Felipe
Calderón.
“El México con el que soñamos es posible. Sigamos avanzando en su construcción.
¡Hasta que la dignidad y la igualdad se vuelvan costumbre!”, ha rematado
Zaldívar en su tuit, con el que ya se han desatado todas las especulaciones.
De hecho, sobre Zaldívar siempre las hubo. Siempre se habló de su probable interés en dar un salto a la política. Su perfil como presidente de la Suprema Corte a veces parecía más el de un gobernante, habida cuenta de que algunas de las importantes transformaciones para la ciudadanía emanaron de sentencias, en lugar del poder Legislativo. Fue el caso de la despenalización del aborto, del consumo y tenencia de marihuana o de algunas otras resoluciones que Zaldívar celebraba con discursos de corte político.
Su incursión intensa en las redes
sociales competía con la de los líderes que se postulaban por una candidatura
presidencial. Todo parecía premeditado para darse a conocer entre el gran
público, a lo que contribuían sus divulgativos mensajes en esas redes sobre el
quehacer de la Suprema Corte, su funcionamiento y la sentencias que se
aprobaron.
Al final del día, el telón ha caído y la verdad ha salido a flote: La candidata presidencial de Morena, Claudia
Sheinbaum, ha sumado a Zaldívar a su proyecto político.
En un tuit aparece junto
a él y un mensaje que dice que han acordado trabajar juntos “para avanzar en la
transformación del país”. Hace ya algunos días ronda en los foros políticos la
posibilidad de que Zaldívar sea el secretario de Gobernación si Sheinbaum gana
la presidencia en junio del 2024. Otros más lo ven como el futuro fiscal
general de la República.
El presidente de Morena, Mario Delgado, consultado sobre la renuncia del
ministro, ha valorado el trabajo que el hoy exministro ha realizado en la Corte
y no ha mostrado inconveniente en que participe en la Cuarta Transformación si
así lo desea. Incluso mencionó que el mismo, “podría tener un papel en la
reforma del Poder Judicial que planea el Gobierno”.
Ante esta sorpresiva renuncia, la Suprema Corte, en un comunicado emitido, ha
recordado que las renuncias al Poder Judicial “solamente procederán por causas
graves”, algo que no parece ser el caso del ministro. Pero las causas graves
también se tienen en cuenta cuando alguien quiere abandonar los cargos, por
ejemplo, el de gobernador, y ese precepto rara vez se cumple.
El último gobernador en pedir licencia para dejar su cargo ha sido el de Nuevo León, Samuel García y los partidos de la oposición se la han concedido. Así las cosas, es cuestión de pocos días y la renuncia le será aceptada, ya que el partido en el que milita el exministro Zaldívar, cuenta con mayoría en el Congreso.